CUANDO UN HOMBRE SUSPIRA

Yo estaba totalmente ensimismada en mi lectura de Milan Kundera cuando él se sentó junto a mÍ. Subió al transporte casi junto conmigo pero no reparé tanto en él hasta que senti que se acomodaba junto a mí en el asiento trasero. Lindo, me dije.y segui leyendo una de las novelas que más me han gustado en estos últimos años.. de pronto reparé en sus manos al desviar la mirada de la página que estaba leyendo. Eran unas manos muy suaves, blanquitas y dulces podría decir. Sé que son adjetivos medio absurdos y pueriles para adjudicarlos a unas manos. pero en serio eran así. Unos cuantos pequeños vellos sobre ellas como que le daban el toque de virilidad requerida. Él estaba muy rígido. Normalmente cuando tienes mucho espacio en el asiento , como él lo tenia, te sueles -digamos- relajar un poco al sentarte, ponerte cómodo. Sin embargo él seguia rigido sentado junto a mí. Con las manos firmemente apoyadas sobre sus rodillas. Como una especie de tótem, de escultura griega. Fue en ese momento que lo escuché suspirar. Fue un suspiro corto, suave pero increiblemente dulce. Ustedes dirÁn quÉ de especial tiene un suspiro pero este sí que tenia algo de especial para mí...no sólo era el hecho de que hace mucho tiempo no escuchaba suspirar a un hombre sino el hecho de que hubo tanta de malsana ingenuidad en ese suspiro, de ternura descuidada, de absorta empatía que no pude evitar conmoverme... lo miré de reojo y despues sentí que él trataba de desentrañar algo de lo que estaba escrito en las páginas de mi libro. Normalmente en esos casos suelo cerrar la tapa del lbro con suavidad para que ellos puedan ver el título del mismo pero esta vez no lo hice..estaba ensimismada no descifrando los vericuetos filosóficos de Franz y Sabina sino pensando en ese suspiro pequeño y blanco como sus manos que habia sentido tan cerca de mis oidos. Por un momento olvidé mis notas, el marcador para leer y los post it que suelo colocar en las páginas que me gustan más..Sólo lo mire a él bajando y caminando tan rigido como había estado sentado..Digamos que es hermoso escuchar suspirar a alguien..un suspiro no solo es un acto meramente fisiológico sino algo que puede ser tan espiritual, tan profundo y en la personalidad ideal puede volverse algo tan angélico, tan sublimemente espiritual y hasta poético diría yo, como que algo dentro de mí se renovó escuchándolo ....y eso es bueno..más que bueno, digamos que imprescindiblemente genial......


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