CONFESIONES Y DESVARIOS DE UNA APATRIDA II: DECLARACIÓN APÁTRIDA

Me llamo Carla, tengo 12 hijos, 6 mujercitas, 4 varones, que son mi única familia en el mundo. Son los que me hacen sentir especial y valiosa, en los que encuentro toda la fuerza para adaptarme al género humano día tras día; son ellos los que me hacen reír cuando estoy triste y gracias a quienes conocí a mis mejores amigos, descubrí mi vocación y mis ideales y por eso les debo todo lo que soy y doy y no me arrepiento. Que la madre que tengo o el padre que nunca estuvo conmigo no sean los centros de mi vida no me hacen anormal ni loca ni una mala persona ni un ser detestable como siempre me han querido hacer creer, al contrarío me han hecho muy afortunada por haber aprendido más de lo que cualquier ser aprende. Aprendí a tocar más allá de la piel y a mirar más allá de los ojos, sé como sonreír con la mirada, y darle mi calor alguien al abrazarlo de una manera singular, mis dedos sin suaves y puedan cuidar de vidas que no exceden los 4 cms. , esto a pesar de que siempre me dijeron que tenía las manos de trapo y que era torpe porque todo lo rompía; he aprendido a disfrutar más mirando a solas el mar o a una gaviota que vuela que la mejor cena en el restaurant más fashion de Lima; soy valiente en la medida de lo posible y más si alguien me necesita pero cuando me siento cobarde trato de llorar en silencio y oculta en vez de herir a los demás; me duele mucho que las personas que quiero me traicionen porque no quiero a mucha gente y que aquellos a quienes he abierto el corazón se queden mudos o me mientan; tengo el maldito vicio de la transparencia, por ende soy una monga que no sabe mucho de fingir, ni de ponerse máscaras ni de tener mucha malicia, por lo tanto suelo sufrir el cuádruple que cualquier persona; creo que tengo el don de hacer reír a alguien pero también deseo que ese alguien me haga reir a mí; odio que no se elija ser feliz y vivir con toda el alma; creo que pasar sábados recogiendo animales enfermos en vez de estar en una disco no es tanta locura; me encanta el tae bo, aunque no lo practique mucho y me vuelven loca los tallarines verdes y la papa a la huancaina, el arroz con leche, el pudín de chocolate y la crema volteada, la ensalada 3 quesos, las humitas saladas rellenas con queso y el cine sobre todo si es Coppola o Burton o Bergman; no soy una obsesionada con la limpieza pero tampoco una cerda incurable, admito que suelo interrumpir mis jornadas con la aspìradora por un libro o articulo que me encantaron de pronto y me quedo ensimismada y tirada en el suelo leyendo; hubiera querido que Fernando De Szyslo sea mi abuelo y sostener su paleta mientras pintara o sentir su mano sobre mi cabeza en un gesto de ternura; me encanta hablar con los niños pero no soportarlos en grupos de 15 en un aula y juro que si tengo una hija la llamaré Ariadna y que aprenderá a cuidar pichones con tanta destreza como su madre y su tía Tatiana; no voy a la iglesia porque no soporto al cardenal que tenemos, ni que se encubra a los sacerdotes pedófilos sin embargo hablo con Dios todos los días para que cuide a los seres que amo, me ayude a ser más fuerte cada día y me haga estar siempre en paz aún sin ayuda extra; sueño trabajar con animales algún día e irme a Bolivia el otro año para conocer el refugio de animales silvestres que hay allí y dar en adopción más perritos de lo que a veces debo dormir. MI orfandad es de sangre a Dios gracias porque mis hijos y mis amigos humanos siempre estarán junto a mí y me aceptan como soy....de eso estoy segura.......