CUANDO LOS AMIGOS SE SEPARAN I : JAIME
Jaime y yo no eramos lo que se dice inseparables pero compartiamos cosas muy profundas. No salíamos a bailar ni a comer seguido, no nos citabamos para la chela semanal ni nos llamábamos constantemente para hablar de nuestras conquistas y pesares, pero nos unía algo mucho más especial: nuestro amor por la literatura. Leíamos juntos, intercambiamos nuestros poemas y siempre tratábamos de ir juntos al encuentro literario que pudiéramos para participar o sólo mirarnos a los ojos cuando algún texto no nos gustaba. Ibamos al cine club a ver buenas películas. No tenía que explicarle quien era Rimbaud ni Oquendo de Amat ni él a mí sobre Antonio Cisneros. Caminábamos por Larco aún en 14 de febrero, buscando recordar el último texto que habíamos escrito mientras las parejas caminaban de la mano. Jaime era sereno, a veces hasta enternecedoramente estoico..sus ojos oscuros parecian observar siempre más de lo que uno quería mostrar ... había sido víctima de pasiones locas y enfermizas, llegando ha